jueves, 25 de octubre de 2012

Marta Leonor

Hoy la poeta Marta Leonor ha venido a hablar a clase, tras explicar parte de la historia de su país, Nicaragua, y de la repercusión que esta ha tenido sobre la poesía y la literatura nicaragüense y la gente de este país.

Una vez que ha explicado el trasfondo que podemos encontrar, y que es necesario saber, para entender la poesía nicaragüense, y la de la autora propiamente dicho, ha continuado explicando lo que es necesario para poder escribir, ya no solo poesía, sino cualquier tipo de literatura y ha remarcado que un buen escritor ha de ser único, exclusivo, original y auténtico ya que, si no eres tu mismo, no serás capaz de ser un escritor, novelista, poeta o cualquiera de las variantes que puedan existir que valga la pena.

En mi opinión, Marta Leonor es buena poeta y buena oradora ya que, incluso cuando a mi, personalmente, la poesía no me gusta, su exposición se me ha hecho amena y, ha dado muy buenos consejos para los que quieran dedicarse a la escritura, tanto de forma profesional como para aquellos que lo consideramos un buen hobby y una buena forma de pasar el tiempo y desarrollar la imaginación. Se ve claramente que ella disfruta con la poesía, que no solo es una forma de ganarse la vida, si no una forma de vida; una manera de poner por escrito o de expresar lo que, de otra forma, no podrías expresar. Por ello, he de decir que realmente me ha gustado el cómo Marta Leonor ha mostrado la poesía y la ha transmitido junto a su pasión por ella y, aunque a mi no me entusiasme la poesía y no sepa escribirla, sí se apreciarla dentro del entendimiento que tengo de ella y por eso y por lo que la autora ha reflejado y ha transmitido he de decir que el taller me ha gustado más de lo que pensaba que me iba a gustar y pienso que merece la pena leer el trabajo que ella desarrolla.

martes, 23 de octubre de 2012

Escenario

Tom entró en la pequeña biblioteca en la que se crió mientras buscaba al que consideraba su padre con la mirada. Lo encontró leyendo sentado en uno de los pequeños sillones marrones que tanto le gustaban.
-Marcos- preguntó - ¿cómo te encuentras hoy?-
El hombre levantó la mirada y mirándole a través de sus viejas gafas le contestó con voz débil y temblorosa,
-Algo mejor, pero este catarro acabará conmigo un día de estos.
-¡No seas agorero! - contestó Tom cogiendo el libro que Marcos había dejado en la pequeña mesita de madera bajo la ventana. - ¿Huckleberry Finn? ¡Mira que te gusta esta historia!
- Como a ti - repuso el anciano - recuerdo que, cuando eras solo un mocoso, soñabas con recorrer mundo y escapar de tu vida anterior, de la prisión de tu situación. Querías huir rio abajo como el protagonista de la novela y no regresar jamas. Por suerte cambiaste de idea.
-Tú me hiciste cambiar de idea, me enseñaste cómo se debían hacer las cosas y que robar estaba mal. Es por ti que estoy hoy aquí y no muerto de hambre en algún rincón de la ciudad.
-Nah, ¡pamplinas! - exclamó el hombre con una sonrisa de complicidad.
Tom le devolvió la sonrisa y una carcajada se abrió paso por su garganta, adoraba a ese hombre.
-Bueno, ¿hay alguna noticia de interés hoy? ¿O todo sigue igual de tranquilo que siempre?
-Todo está muy tranquilo, la verdad, pero hay algo que me ha llamado la atención, no es nada relevante, sin embargo...
-¡Venga, suéltalo!-exclamó Tom impacientemente.
-Míralo tú mismo - dijo Marcos señalando un periódico que descansaba sobre la gran mesa de madera que presidía la sala.
Tom cogió el periódico y, rápidamente, leyó el articulo marcado por el anciano en una de las páginas centrales del periódico, apenas una reseña, algo casi inapreciable entre los grandes artículos que se habían tomado con mayor consideración. Al terminar de leerlo, levantó la mirada hacia el que consideraba su padre y sonriendo dijo - Empieza el juego.